He encontrado la manera perfecta de descansar del largo proceso de escribir un libro. Sí, de verdad. ¡Y además salgo ganando! La respuesta perfecta a la pregunta ¿cómo descanso de escribir mis libros? es: ¡escribiendo relatos!
Vale, no he sido muy original, lo admito.
Pero déjame que me explique. Para mí el proceso de escribir una novela, incluso si hablamos de una novela de una duración media de 250 páginas, es una carrera de distancia. Una maratón, si me permites la comparación. Eso quiere decir que es un proceso largo, duro y costoso, sobretodo a nivel de tiempo.
Es inevitable sentirse a veces descorazonado, ‘seco’ de ideas o perdido. O a veces estás tan cansado de la historia y los personajes que necesitas desconectar un poco. Bueno, al menos esa es mi experiencia personal. Por eso se me ocurrió escribir relatos como una manera de descansar.
¿Por qué relatos?
¿Y para qué me cuentas ésto?
Ouch, eso me ha dolido, qué borde 😉
Te lo cuento porque me ha parecido interesante, y también es una manera para que yo mismo defina qué significan los relatos para mí.
Te lo cuento también porque al menos dos de esos relatos me han gustado lo suficiente como para plantearme pulirlos y publicarlos. Es posible que, al menos uno de esos dos, esté listo para publicación dentro de muy, muy poco.
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